Magia posmoderna en Carabanchel. Comunidades subalternizadas, periferias urbanas y espacios globales






Proyecto de investigación sobre la relación entre las prácticas sociales de las comunidades normalmente representadas como subalternas, las formas urbanas propias de las periferias en la ciudad contemporánea y dos de sus piezas globales y genéricas más reconocibles, los establecimientos de franquicias transnacionales de comida rápida y las estaciones de servicio.

Un estudio que se llevó a cabo a través de la observación, identificación y documentación fotográfica y cartográfica de una serie de usos populares y elementos y culturas materiales contemporáneas (todas con un cierto grado de informalidad e incluyendo algunas de las realidades no humanas presentes en el territorio) que se superponen en una pieza urbana relativamente periférica de una de las grandes metrópolis europeas.






Magia posmoderna en Carabanchel. Comunidades subalternizadas, periferias urbanas y espacios globales es un proyecto realizado por Ergosfera como resultado de una residencia artística de investigación #Ey!MAD de un mes de duración, desarrollada en Carabanchel (Madrid) entre junio y julio de 2023 y organizada por #Ey!Studio con la colaboración de Acción Cultural Española (AC/E).











INTRODUCCIÓN


ÁMBITO DE ESTUDIO


TRABAJO DE CAMPO


PASEO COMENTADO


AGRADECIMIENTOS


CRÉDITOS
MATERIALES PRODUCIDOS

0.- LÍMITES Y ELEMENTOS URBANOS DEL ÁMBITO DE ESTUDIO

1.- ESTANCIAS TERRITORIALIZANTES

2.- FORMAS DE RESIDENCIA SIN VIVIENDA

3.- ESPACIOS DE INTIMIDAD

4.- CULTURAS DEL AUTOMÓVIL

5.- MOVILIDADES FUERA DE PLANO

6.- ENTRECRUZAMIENTOS HUMANOS - NO HUMANOS

7.- MATERIALIZACIONES DE LA BASURA







INTRODUCCIÓN



El origen de este proyecto fue una conversación con Sergio García (profesor en la UCM y miembro de los colectivos Carabancheleando y Sin Poli) en la que nos comentó la existencia de un caso muy significativo en el que se mezclan varias de las líneas de investigación que llevamos años explorando desde Ergosfera: un espacio de pícnic urbano de familias y colectivos gitanos, con comida y bebida adquirida principalmente en establecimientos de franquicias transnacionales, situado en la franja verde paralela a la avenida de los Poblados y al Anillo Verde Ciclista, entre un McDonald's y un Burger King en el sureste del distrito de Carabanchel.

Profundizando en la cuestión, descubrimos que la relación entre las comunidades gitanas y los establecimientos globales de comida rápida es un tema bastante asumido y debatido a nivel popular, al menos en las redes sociales digitales, y que en el caso particular de este ámbito de Carabanchel se han publicado numerosos comentarios* en internet que constatan la importancia de esta relación.

* En el mapa inicial del ámbito de trabajo, realizado en marzo de 2023 para la convocatoria de residencias artísticas de investigación #Ey!MAD, se incluyeron algunos de esos comentarios.

A partir de este caso concreto y tras un primer análisis de su contexto urbano, en la propuesta enviada para la convocatoria de residencias #Ey!MAD se planteó el estudio de la pieza urbana al completo en la que se encuadra este lugar y, aunque inicialmente se iba a centrar de una forma más explícita en el papel urbano de los espacios globales de comida rápida (como parte del proyecto McDonald's: el lugar frente a la metáfora), tras las primeras visitas al ámbito durante el trabajo de campo se comprendió que estos lugares son un elemento muy relevante en este territorio periférico*, pero una pieza genérica más entre (y haciendo máquina con) estaciones de servicio, descampados, parques, calles vacías o aparcamientos, por lo que también puede entenderse como parte de otro de los proyectos de investigación de Ergosfera denominado Degradación - Exterioridad - Emergencia.

* Aunque a lo largo de este trabajo se utilizará el concepto de periferia para hablar de una de las condiciones urbanas más relevantes del ámbito de estudio, es necesario remarcar que se entiende lo periférico como una condición no directamente proporcional a la situación topológica del territorio al que se refiera en relación a un determinado centro, pues de ser así sería difícil pensar en este ámbito concreto como territorio periférico si se compara con lo que sería hoy en términos geográficos la periferia de Madrid, más vinculada a todos los municipios de la comunidad, a algunos de las comunidades vecinas e incluso a ciudades medias como Valladolid desde donde hoy se desplazan diariamente en el AVE muchas personas trabajadoras.






ÁMBITO DE ESTUDIO



Situado en el extremo sureste del distrito de Carabanchel*, el ámbito de estudio del proyecto es la red de espacios urbanos de acceso público continuo que conforman el anillo alrededor del cementerio Sur delimitado por la avenida de los Poblados, la autovía de Toledo (A-42), la autopista M-40 y la Vía Lusitana.

* Aunque no se profundizó en la cuestión toponímica, sí se puede señalar que según el mapa municipal de barrios de Madrid el ámbito de estudio forma parte de Buenavista, aunque en las conversaciones mantenidas y escuchadas durante el trabajo de campo nadie se refirió al mismo con esa denominación y sí con otras, al menos en la zona norte, como los Poblados, Pan Bendito o Abrantes.

Un territorio nuevo, urbanizado a partir de 2001 como parte del "PAU II-6 Ensanche de Carabanchel", que entró en el siglo XXI sin más usos formales que un gran cementerio, un tanatorio y dos gasolineras, por lo que se encuentra aún muy abierto a ser dotado de significados y a acoger prácticas sociales imprevistas y pioneras. Unas cualidades estas últimas también favorecidas por tratarse de una pieza urbana sin prácticamente uso residencial (solo habitada permanentemente por las personas sin hogar y por las usuarias de las dos residencias de mayores) y cuya memoria remite a un proceso, tan global y genérico como culturalmente denostado, en el que el recuerdo de los campos de cultivo ya fue sustituido durante la segunda mitad del siglo XX con su transformación progresiva en el clásico mosaico de escombreras continuas y omnipresentes, fincas cercadas por infraestructuras, desguaces y otros usos logísticos puntuales y pequeños asentamientos residenciales (hasta el momento de su urbanización sí había uso residencial en el ámbito: el poblado de infraviviendas de la colonia Francisco Sánchez, situada en la zona noroeste del ámbito entre el cementerio y la avenida de los Poblados).






Centrado en los espacios urbanos de acceso público continuo (ya sean de titularidad pública o privada y ya sea ese acceso formal o informal), el proyecto dejó de lado el estudio de todas aquellas piezas en funcionamiento que, o bien no son de acceso público, o bien cuentan con parcelas y edificaciones cerradas en sus períodos sin actividad. En la actualidad, este territorio concreto, de 66 hectáreas de superficie total*, está conformado por calles, parques, jardines, aparcamientos y descampados en solares no edificados y bordes infraestructurales, así como por un conjunto de piezas urbanas genéricas (ocho establecimientos de franquicias transnacionales de comida rápida y cinco estaciones de servicio) cuyas características en términos de programa, escala, horario y grado de apertura las convierte en elementos fundamentales para entender las dinámicas y usos sociales que acoge el ámbito de estudio.

* El ámbito completo contando esas piezas urbanas no analizadas ocupa una superficie de 177 ha, ya que entre ellas se encuentra una de las parcelas más grandes de Madrid, el cementerio Sur (de casi 90 ha), otras dos muy grandes, el centro de operaciones de la EMT y el centro comercial Islazul (de algo más de 65.000 y 70.000 m2 respectivamente) y otras dos también de un tamaño considerable, el tanatorio Sur y el centro deportivo municipal Francisco Fernández Ochoa (de casi 24.000 y 32.000 m2).

Un ámbito, además, cuyos espacios son territorializados principalmente por comunidades subalternizadas como la gitana, la de origen latinoamericano, la juvenil, la adolescente, las personas sin hogar, les trabajadores del transporte, o los gatos y conejos: un crisol cultural y naturocultural radicalmente diferente al de los centros urbanos y en donde algunas desigualdades sociales son más patentes y otras lo son mucho menos, pero donde, en todo caso, la vida se abrió paso dándole sentido a elementos, espacios y territorios que el urbanismo solo parece producir de forma automática.






TRABAJO DE CAMPO



El trabajo de campo consistió en la observación, identificación y documentación fotográfica de algunos de los usos populares y funciones urbanas que acoge el ámbito de estudio, así como de los elementos y espacios que lo componen.

Estos trabajos se realizaron entre el 16 de junio y el 17 de julio, un período en el que se visitó el ámbito de estudio 19 días durante un total de 114 horas.

El trabajo de campo no se desarrolló de una forma homogénea en todo el ámbito, produciéndose una sensible asimetría entre la zona noreste y la suroeste, ya que aproximadamente se dedicó dos tercios del tiempo a estudiar los espacios junto a la avenida de los Poblados y la autovía de Toledo y solo un tercio en el borde de la autopista M-40 y la Vía Lusitana.

Igualmente, tampoco fue homogéneo en términos horarios, siendo la franja temporal más estudiada la comprendida entre las ocho de la tarde y las dos de la madrugada, aunque teniendo una presencia importante en la franja desde las 15:00 hasta las 03:00, ya bastante menor fuera de ese período y nula entre las 04:15 y las 10:15. En términos de días de la semana, los días en los que se estuvo más tiempo fueron el sábado y el domingo, teniendo también una gran presencia los miércoles, jueves y viernes, pero ya mucho menos los lunes y solo testimonial los martes.






Durante el trabajo de campo se habló con varias personas en el ámbito de estudio, aunque casi siempre en conversaciones muy cortas y para tratar algún tema concreto, principalmente con trabajadoras de los establecimientos de comida rápida, de las estaciones de servicio y de otros de los usos formales presentes en el ámbito (EMT, Mercadona, tanatorio Servisa, etc.), pero también con algunas usuarias del parque de la Volatería o con grupos de jóvenes que pasaban por los caminos de tierra junto a las vías rápidas.

La única persona con la que se tuvo un gran contacto y relación fue con M., un vecino del ámbito de nacionalidad rumana que vive en un tubo de hormigón semiacondicionado situado en el gran descampado entre las calles Juan Mieg y Halconero del Rey. Con M. se mantuvieron largas conversaciones sobre la vida urbana en los alrededores de su lugar de residencia durante los paseos nocturnos de la última semana de trabajo de campo, siendo sin duda el informador principal de esta fase del proyecto.

Por otra parte, en cuanto a las fotografías realizadas, es necesario mencionar que las imágenes en las que aparecen personas son siempre muy lejanas salvo alguna excepción, por varios motivos: primero, por intentar no ser percibido para captar las actividades estudiadas con la menor mediación posible; segundo, por facilidad (se tomaron 2.400 imágenes durante el trabajo de campo y sería imposible haber pedido permiso para hacer la mayoría de ellas) y por molestar o incomodar a la gente lo menos posible; y por último, porque tratándose en realidad de una aproximación urbana y no tanto fotográfica, la lejanía aporta siempre un contexto más amplio que permite entender las formas y ambientes urbanos en el que se inscriben las actividades observadas. En este sentido, es muy significativo de la percepción popular sobre el control policial en el barrio que esta falta de identificación provocara que varias personas en el parque de la Volatería y en los espacios públicos alrededor de la calle Hilario Herranz Establos pensaran que la persona que estaba por ahí realizando fotografías era de la policía secreta.

Los materiales producidos que se comparten a continuación son por lo tanto una cartografía parcial de los usos significativos que acoge el ámbito de estudio, habiendo quedado franjas horarias, días de la semana y épocas del año total o parcialmente fuera del análisis.






MATERIALES PRODUCIDOS



La información derivada de los estudios previos y de la documentación realizada durante el trabajo de campo se organizó en torno a:


Un acercamiento múltiple a un tipo de territorio muy comentado, discutido y retratado en numerosos productos culturales, aunque quizás no tan estudiado desde una perspectiva cartográfica que intente describir sus espacios y piezas urbanas a partir de los usos populares que acogen en la actualidad.

Las siete perspectivas de análisis abordadas son acercamientos parciales y, por supuesto, el ámbito de estudio acoge muchos otros usos populares de igual relevancia e interés, pero que no se consideraron para este proyecto por no ser tan específicos ni de esta pieza urbana en concreto ni de este tipo de territorios relativamente periféricos en general*. Por ejemplo, dos casos que, de disponer de más tiempo y recursos, podrían haber sido perfectamente nuevos apartados del análisis serían, por una parte, como uso formal pero singular, el de las personas mayores que viven en las dos residencias de la zona norte del ámbito y que diariamente, aunque especialmente los fines de semana, salen a pasear (la mayoría en sillas de ruedas) con sus familiares o acompañantes a los jardines del Anillo Verde Ciclista y de los Pozuelos, así como a los locales de comida rápida junto a la avenida de los Poblados; y por otra parte, como uso informal con un gran impacto territorializante, el de la comunicación urbana que representan las múltiples pintadas-grafitis que se pueden observar en el ámbito, un elemento que siempre tiene una distribución significativa en el espacio urbano, en este caso especialmente en los muros del cementerio Sur sin contacto directo con el viario, en los del viaducto abandonado bajo la M-40 y en los traseros de las estaciones de servicio.

* Los usos analizados son prácticas sociales convencionales y la mayoría de ellas se pueden observar en muchos otros tipos de contextos urbanos. La diferencia es que aquí se desarrollan de otras formas, con otras intensidades o por parte de otras comunidades por las características propias del territorio en términos socioespaciales. Es decir, picaderos, sitios donde duermen las personas sin hogar, áreas de picnic urbano, espacios que acogen otros tipos de estancias territorializantes o parques con una intensa actividad nocturna los hay en otros lugares de Carabanchel y en muchos otros distritos y barrios de Madrid. La cuestión es, por ejemplo, que aunque sobrevivir sin hogar sea lo mismo, las condiciones de un gran descampado en este ámbito poco tienen que ver con las de un portal en Gran Vía o, si se piensa en las culturas juveniles, puede que las formas de socialización sean muy parecidas o iguales, pero las personas aficionadas a la cultura del motor o del tuning es difícil que encuentren un espacio que se adecue a sus necesidades en áreas más centrales de la metrópolis.

Por último, es necesario señalar que el pequeño texto que acompaña a la cartografía y a la selección de fotografías de cada apartado es solo una introducción temática (salvo en el apartado 0, que incluye una descripción más detallada de algunos elementos urbanos), ya que en las propias cartografías se incluyen textos específicos sobre las cuestiones más destacadas en cada una de ellas. Esta fase del proyecto se cierra por lo tanto sin un documento que sintetice las conclusiones de cada una de las perspectivas de análisis abordadas y del trabajo en general, por lo que será en una siguiente oportunidad cuando se intente compilar toda esta información en forma de artículo o de publicación de algún otro tipo.



0.- LÍMITES Y ELEMENTOS URBANOS DEL ÁMBITO DE ESTUDIO




[P-0] Límites y elementos urbanos del ámbito de estudio
Cartografía | JPG | A2 | 8,2 MB > Descarga



Continuando la descripción iniciada en la introducción al ámbito de estudio, en esta primera cartografía se representa el territorio a través de sus límites infraestructurales y edificados, resaltando la condición de continuo casi indiferenciado, tan propio de las formas periféricas, de la red de espacios urbanos de acceso público que conforman la superficie analizada. Un territorio que se matizará y detallará en los siete apartados posteriores a través de los usos populares que acoge cada espacio en concreto y en el que en este acercamiento inicial solo se representan algunos de sus elementos urbanos más relevantes: el viario interno, las áreas de aparcamiento y las trece piezas privadas y en funcionamiento incluidas como parte del ámbito por sus condiciones urbanas singulares (los ocho establecimientos de franquicias transnacionales de comida rápida y las cinco estaciones de servicio).

Estas dos tipologías se introducen a continuación con un poco más de detalle como reconocimiento de que se trata de dos de las piezas urbanas con un mayor impacto en la vivencia de muchos territorios periféricos contemporáneos, tanto por los usos que acogen en su interior como por los que facilitan o promueven en sus alrededores. Dos tipos de espacios globales cuya relevancia en la ciudad, tanto desde la perspectiva urbana como arquitectónica o sociológica, no parece corresponderse con el poco interés suscitado en el mundo de la investigación desde estas disciplinas.

Su inclusión como parte del ámbito de estudio se debe a dos características compartidas por ambas tipologías. Por una parte, porque se trata de piezas globales y genéricas, lo que las acerca a un tipo de urbanidad más tendente a identificarse con lo público que con lo privado, en un rango diferente, pero que no es contradictorio una vez están en un conjunto donde también conviven espacios públicos convencionales, como las calles o los parques, con otras tipologías tan diferentes como los descampados en solares no edificados o los fragmentos de vías cortadas y abandonadas. Por otra parte, en términos quizás más materiales, también comparten la condición de que ninguna de las dos tipologías tiene cierre, como mínimo en los lados de sus parcelas en contacto con el viario, por lo que se plantean casi como extensiones del espacio público en las que, estén o no en funcionamiento, las personas pueden entrar libremente.



ESTABLECIMIENTOS DE FRANQUICIAS TRANSNACIONALES DE COMIDA RÁPIDA

Los únicos locales de hostelería accesibles desde la calle existentes en el ámbito de estudio son los ocho establecimientos de franquicias transnacionales de comida rápida: tres Burger King, dos McDonald's, un Carl's Jr, un Taco Bell y un Popeyes.
Los únicos locales de hostelería accesibles desde la calle existentes en el ámbito de estudio son los ocho establecimientos de franquicias transnacionales de comida rápida: tres Burger King, dos McDonald's, un Carl's Jr, un Taco Bell y un Popeyes.

Atendiendo a su situación, se pueden clasificar en tres grupos. Un ámbito norte donde se sitúan cuatro establecimientos vinculados a la avenida de los Poblados: un McDonald's en contacto directo con la avenida (abierto en 2008) y un Burger King (2016), un Taco Bell (2021) y un Popeyes (2022) en la calle Hilario Herranz Establos. Un ámbito este donde se sitúa un establecimiento en la autovía de Toledo o A-42: un Burger King abierto en 2012. Y un ámbito sur donde se sitúan tres establecimientos vinculados al centro comercial Islazul en las calles de la Calderilla y del Thaler: un McDonald's, un Burger King y un Carl's Jr (todos abiertos en 2018).

Desde la perspectiva catastral, estos ocho lugares se configuran de dos formas: o bien en una parcela independiente situada en una vía secundaria (seis de los casos) o bien formando parte de una estación de servicio situada en el viario principal (dos de los establecimientos).

En el primer caso, se trata de parcelas de entre 1.200 y 2.100 m2 de superficie* en las que se materializa el modelo genérico de forma ortodoxa: una tipología arquitectónica de edificios en planta baja situados en el interior de la parcela, con uno o dos de sus lados dotados con espacios libres estanciales y rodeados de áreas de aparcamiento y un circuito viario interno para el autoservicio desde el vehículo.

* El tamaño de las parcelas sugiere que la exclusividad en el ámbito de este tipo de espacios de hostelería de franquicias transnacionales no se debe únicamente a su condición pionera, sino a que en la ciudad capitalista solo esta clase de empresas parecen poder permitirse adquirir y rentabilizar este tipo de solares en las nuevas urbanizaciones periféricas.

En el segundo caso, los espacios que ocupan dentro de las estaciones de servicio parece más variable y proporcional al tamaño de la parcela en la que se sitúan, ocupando aproximadamente 550 y 1.250 m2 cada uno de los dos establecimientos. Así mismo, la parcela compartida no siempre permite que el modelo se materialice de forma ortodoxa, pudiendo ser edificios exentos o unidos a los de la estación de servicio y pudiendo disponer de alguno de los elementos con un mayor tamaño, como el aparcamiento compartido del McDonald's en la estación de servicio de la avenida de los Poblados, o no disponer de otros, como en el caso del Burger King en la estación de servicio de la autovía de Toledo, que no dispone de terraza.

En términos de forma de contacto con el espacio público, una cuestión de máxima relevancia es la disposición del circuito viario interno para el autoservicio desde el automóvil. Tres de los casos resuelven este circuito manteniendo el contacto peatonal del edificio con la vía pública (el Taco Bell y el Popeyes de la calle Hilario Herranz disponiendo los espacios de terraza en contacto con la vía y el McDonald's de la calle de la Calderilla solo con una superficie peatonal sin elementos estanciales), mientras que en los otros cinco casos el circuito viario rodea completamente al edificio y a sus espacios peatonales anexos, por lo que las terrazas se sitúan a cierta distancia de la calle aunque manteniendo el contacto visual.

La presencia de estas terrazas es otro de los elementos con un impacto urbano sensible, ya que todos los restaurantes, salvo en el caso del más pequeño que además forma parte de una estación de servicio, disponen de espacios estanciales exteriores, siempre con mesas y sillas y normalmente con pérgolas o sombrillas protectoras. Un conjunto de elementos que complejiza los exteriores de las edificaciones explicitando una voluntad recibidora y estancial y que hace que aporten una importante vitalidad urbana a sus contextos de un carácter muy diferente al del resto de piezas y programas que los componen.

Otra de las cuestiones fundamentales que definen a estos locales son los horarios amplios y continuos. En el caso de los establecimientos del ámbito de estudio, su apertura se produce entre las 11:00 y las 12:30 y su cierre entre las 23:30 y las 00:00 de lunes a jueves y entre las 00:00 y las 01:00 los viernes y sábados. Aunque hay dos excepciones: el Burger King de la calle Hilario Herranz, que cierre a la 01:30 entre semana y a las 03:00 los fines de semana, y el Burger King de la autovía de Toledo, que cierra a las 05:00 entre semana y abre las 24 horas los fines de semana. En realidad, el interior de estos dos establecimientos cierra antes como en el resto de los casos, pero continúan abiertos sirviendo únicamente a través de la ventanilla del autoservicio y, como precisamente en estos dos casos permiten el pedido también a pie, en patinete o en bicicleta, hay que considerar que este es su horario de apertura e influencia.

En este sentido, en lo relativo a la noche también es necesario mencionar el papel de los grandes tótems con los logos comerciales iluminados de los establecimientos de comida rápida, una conexión entre las formas arquitectónicas que despliegan estos establecimientos y sus contextos metropolitanos que determina profundamente la percepción de los mismos.

Dado que la forma de empaquetamiento de la comida y la bebida es una cuestión fundamental en todos estos lugares, siempre "para llevar", ya sea desde el mostrador a la mesa o hacia cualquier otro sitio fuera del local, es muy importante el contexto urbano con el que pueden hacer máquina cada uno de estos establecimientos. En este sentido, en el caso de los cuatro locales del ámbito norte se produce una relación muy intensa entre estos y los espacios públicos anexos del Anillo Verde Ciclista y del jardín de los Pozuelos, una simbiosis que también se produce entre el establecimiento de la autovía de Toledo y la estación de servicio donde se sitúa y los espacios de sus alrededores. Sin embargo, los tres establecimientos situados en el entorno del centro comercial Islazul parece que generan menos actividad en sus alrededores porque en su entorno más inmediato no hay espacios públicos o privados de carácter estancial para poder ir a comer, además de que en este caso, los tres establecimientos están más desvinculados de una vía principal y tienen una condición de apéndice del centro comercial, pues da la impresión de que la gran mayoría de gente que los frecuenta va o viene del mismo. Aún así, aunque no sea tan explícito como en otros casos, estos locales también participan del impacto en los usos estanciales que acoge el ámbito en general y que, como se verá en otros apartados, implica que en todos sus espacios se puedan observar sus restos.

Además, una diferencia muy relevante entre los ocho casos analizados es la política de gestión del autoservicio. Por una parte, en términos de horarios, ya que si la ventanilla del autoservicio funciona más allá del horario de apertura del interior del local aparece la posibilidad de sentarse y utilizar la terraza una vez cerrado el establecimiento para el consumo de la comida adquirida (una cuestión observada normalmente en el Burger King de la calle Hilario Herranz), más allá de que al tratarse de un espacio abierto, estas terrazas puedan asumir usos no relacionados con el consumo de sus productos durante toda la franja horaria en la que no están en funcionamiento (un uso que se observó, sobre todo, en el McDonald's de la avenida de los Poblados). Por otra parte, en términos de si se permite o no el servicio a las personas no motorizadas, ya que en los dos casos en los que se da ese funcionamiento más allá del horario interior, ambos sirven también a las personas que llegan a pie, en patinete o en bicicleta, una política que no es habitual y que transforma por completo los flujos que generan estos lugares y su impacto en la escala local de los barrios cercanos.

Por último, además de su programa como restaurantes en los que se produce la venta y el consumo de productos de comida y bebida y que implica la existencia de espacios estanciales y de servicios, tecnologías y condiciones ambientales asociadas al desarrollo de este uso, estos lugares también acogen prácticas ciudadanas no previstas. En este sentido, durante el trabajo de campo fueron identificados los siguientes usos informales:

  • Por una parte, hacer uso de las instalaciones sin consumir, una cuestión que incluye ir al aseo, sentarse en el mobiliario interior o en el exterior de las terrazas, conectarse a la red wifi, recargar aparatos electrónicos en los enchufes, consumir productos adquiridos fuera del local o servirse en las máquinas de autoservicio de bebidas (cogiendo un vaso de alguna mesa o papelera o rellenando vasos o botellas traídas de fuera).

  • Por otra parte, están las acciones implícitamente prohibidas, como sacar el mobiliario del interior del local a las terrazas, rebuscar en la basura tickets de compra para obtener ofertas o llevarse las bandejas para transportar la comida a las zonas de pícnic y dejarlas tiradas en cualquier lugar, así como aquellas actividades que son directamente ilegales en cualquier caso, como fumar porros en la terraza.

Además de los usos informales que forman parte de los itinerarios y métodos de supervivencia de las personas sin hogar (y que se tratan en el apartado 2), el caso más significativo observado durante el trabajo de campo fue el de un grupo de tres chicas adolescentes que se reúnen prácticamente a diario en algún momento de la tarde en el Burger King de la calle Hilario Herranz Establos. El uso del establecimiento que se observó por parte de este grupo es completamente informal, ya que pasan largos períodos de tiempo sentadas en su terraza (hablando y utilizando los móviles), conectadas al wifi, consumiendo bebidas traídas de fuera o rellenando sus propias botellas en la máquina de autoservicio de bebidas y nunca fueron vistas consumiendo productos del local (aunque sí se les observó haciéndolo en el McDonald's de la avenida de los Poblados, por lo que es probable que también en este Burger King consuman algo en alguna ocasión). La naturalidad con la que habitaban el espacio expresaba que lo percibían casi como doméstico, en una relación que fue descrita por ellas mismas en una conversación escuchada uno de los días cuando, durante una retransmisión en directo en una red social (se desconoce si Instagram, TikTok u otra) y ante 71 personas conectadas, una de las chicas le explicaba a otra adolescente desconocida que "yo es que siempre estoy aquí, en el burguer de Poblados" remarcando más tarde que "nosotras siempre bajamos así, tía, aquí, en el burguer de Poblados". Por supuesto, existen muchas perspectivas de análisis urbanístico y socioeconómico que pueden contextualizar críticamente esta realidad, pero de lo que tampoco hay duda es de que un espacio global y genérico es también un lugar.

A parte de estas prácticas informales, hay además otros usos que son significativos porque implican que el ambiente es de una permisividad muy elevada, pudiendo observarse actividades y actitudes difíciles de ver en otros restaurantes o locales de hostelería asimilables, como niñes corriendo y jugando encima de las mesas, adolescentes gritando, lanzándose cosas o grabando tiktoks y haciendo directos en streaming, o jóvenes y adultos cantando y dando palmas alrededor de una mesa.

Así, aunque los usos informales o singulares que son capaces de acoger tengan una importancia trascendental en la capacidad de acogida y en la funcionalidad social de estos espacios, lo más destacable en el caso de los existentes en el ámbito de estudio es que se trata de lugares de convivencia donde son tan relevantes los usos informales como los formales, ya que acogen una mezcla social ciertamente singular en el que las comunidades subalternizadas están siempre presentes y son la mayoría por norma general en cualquier momento del día, una realidad muy difícil de observar en otros locales de hostelería que no sean propios de cada una de esas comunidades.

Esta condición de espacios estanciales capaces de ser apropiables-territorializables por comunidades subalternizadas (en este caso, principalmente la gitana y la adolescente) representa una singularidad muy destacable y, si bien comienza a haber estudios sobre el uso y la situación de estos locales en barrios de clases trabajadoras empobrecidas, es posible que las cualidades propias de estos lugares en términos de autogestión, falta de control y espacialidad genérica* tengan un peso relevante a la hora de explicar esta cuestión.

* En la página web del proyecto Espacios globales, ¿refugios urbanos? puede consultarse un análisis más detallado realizado hace unos meses sobre un caso muy diferente, los establecimientos de este tipo situados en el entorno de la Sagrada Familia en Barcelona, pero con elementos comunes y en el que se comparten algunas hipótesis sobre el papel en la aparición de usos informales que juegan algunos elementos básicos como el mostrador-frontera, la presencia o no de control activo por parte del personal o la condición global y genérica de estos espacios.

Además, esa mezcla social siempre conformada por una mayoría de alguna minoría adquiere otra relevancia si se piensa que, por ejemplo en el caso de las cuatro franquicias de comida rápida situadas junto a la avenida de los Poblados, simplemente cruzando la calle, los tres restaurantes que hay están siempre llenos, pero de gente paya y adulta casi exclusivamente. Sólo en el restaurante chino (con muchas características diferentes, pero también alguna similar) hay normalmente algunas personas de la comunidad gitana y de la de origen latinoamericano.



ESTACIONES DE SERVICIO

Las cinco estaciones de servicio existentes en el ámbito de estudio son los únicos espacios privados de acceso público abiertos y en funcionamiento durante las 24 horas todos los días de la semana, por lo que su impacto en la actividad urbana de este territorio es muy relevante.
Las cinco estaciones de servicio existentes en el ámbito de estudio son los únicos espacios privados de acceso público abiertos y en funcionamiento durante las 24 horas todos los días de la semana, por lo que su impacto en la actividad urbana de este territorio es muy relevante.

En términos de localización, tres de ellas se sitúan en las vías principales que rodean al ámbito (una en la avenida de los Poblados, una en la autovía de Toledo o A-42 y una en la Vía Lusitana) y las otras dos en vías secundarias (una en la calle Hilario Herranz Establos y otra en la calle del Real junto al centro comercial Islazul), pero con buenas comunicaciones con ese viario estructurante a nivel metropolitano. En este sentido, es destacable que además de la comentada apertura de sus parcelas hacia el espacio público que les da acceso rodado, siempre que es posible disponen también de entradas peatonales desde los espacios urbanos anexos.

Interiormente, las parcelas se configuran como un espacio abierto y continuo donde destaca la presencia de una gran cubierta sobre los puntos de repostaje, una superficie que se estructura a través del diálogo entre este elemento y otros espacios abiertos y cubiertos para las instalaciones de lavado (un túnel de lavado automático y una o más líneas de cubículos para el lavado manual con agua a presión) y otros servicios que pueden o no disponer de cubierta (como los aspiradores o las máquinas de hinchado de ruedas) junto con una edificación ya cerrada y más convencional donde se sitúa el mostrador y normalmente la tienda de conveniencia. Además de estas arquitecturas, la otra marca relevante que determina el uso del espacio es quizás la de las áreas de aparcamiento señalizado, aunque en realidad toda la superficie asfaltada es susceptible de convertirse en un lugar de parada siempre que no se interrumpan los flujos primarios de la estación de servicio.

En este caso, se da una diferencia tipológica mayor que en los establecimientos de comida rápida, ya que estas parcelas complejas se acaban materializando de formas muy variables: pueden disponer o no de ciertos servicios (como la tienda de conveniencia), pueden ser completamente automatizadas o disponer de personal, pueden contar o no con una gran bolsa de aparcamiento o con un restaurante de comida rápida, pueden configurar la disposición de las instalaciones de lavado de una forma u otra, así como variar muy sensiblemente de tamaño (desde la perspectiva catastral, las estaciones de servicio se sitúan en parcelas de entre 1.500 m2 la más pequeña y casi 10.000 m2 la más grande, aunque las otras tres rondan los 4.000 m2) o de posición en la trama urbana (por ejemplo, la situación apartada y en una vía secundaria de la estación de servicio E.Leclerc es impensable para un establecimiento de comida rápida aún a pesar de estar a menos de 400 metros de donde se sitúan los más cercanos).

La que sí es una condición compartida es la voluntad recibidora-acogedora que expresan sus arquitecturas genéricas, pues todas las estaciones de servicio cuentan con las impresionantes cubiertas de las gasolineras, seguramente una de las grandes tipologías urbanas del siglo XX en términos espaciales, así como con los pequeños espacios también abiertos y cubiertos de los cubículos de lavado manual de automóviles.

Esa gran cubierta de escala pública normalmente situada en una posición nodal en términos metropolitanos o territoriales invita a analizar estos espacios desde la misma perspectiva que planteaba Koolhaas para las piezas comerciales de la ciudad genérica: no solo como lo que son programáticamente en la actualidad, sino como lo que podrían llegar a ser. Así, hoy ya existen ejemplos de reconversión que evidencian la generosidad y flexibilidad urbana de sus formas arquitectónicas, como se puede observar en los casos cercanos de la cervecería O Surtidor en la carretera N-120 (en la parroquia de Santa Cruz de Arrabaldo, Ourense), ya en funcionamiento desde hace más de 10 años, o el restaurante La Nostra Braseria Lo Surtidor en la carretera T-331 (en Santa Bàrbara, Tarragona), así como muchos otros casos por ahora parece que normalmente destinados a bares y restaurantes, aunque ya con algún ejemplo de otros programas como el Cineroleum en Londres (Assemble, 2010).

Los tres programas principales de las estaciones de servicio (gasolinera, instalaciones de lavado y tienda de conveniencia) reciben usuarios durante las 24 horas, siendo en el período nocturno, principalmente, trabajadores del transporte (Taxi y VTC) que utilizan los tres servicios y grupos de personas jóvenes en automóvil o de adolescentes que llegan andando, en patinete o en bicicleta, que utilizan formalmente solo el último de los programas, así como el de los establecimientos de comida rápida cuando se encuentran dentro del recinto igualmente.

En lo relativo a la noche, es necesario mencionar que aunque haya pasado ya medio siglo desde la publicación de Aprendiendo de Las Vegas (D. Scott Brown, R. Venturi y S. Izenour, 1972), los ambientes de neones dominantes en las estaciones de servicio siguen siendo capaces de producir una urbanidad memorable e incluso un ambiente cálido y acogedor directamente proporcional a su condición de contrapunto al vacío y a la continuidad de la noche, donde representan un oasis de iluminación genérica e impersonal que solo parece aumentar su condición de apropiable.

Las tres estaciones de servicio más analizadas y en las que se identificaron usos estanciales informales tienen características en términos de tamaño, servicios disponibles o nivel de autoservicio muy diferentes. Por una parte, la estación de servicio Cepsa en la avenida de los Poblados, que es la más grande y cuenta con multitud de espacios no controlados aunque haya una persona en el edificio principal durante la noche para atender la gasolinera y la tienda. Por otra parte, la de BP en la autovía de Toledo es más pequeña, pero cuenta también con muchos espacios diferentes, tanto en el interior como en sus inmediaciones, donde es posible la parada y la estancia. Y por último, la de Low Cost Repost en la calle Hilario Herranz, una estación de servicio completamente automatizada que no tiene personal ni tienda de conveniencia, pero cuyas condiciones permiten que reciba usos ciudadanos diferentes.

Los usos informales identificados durante el trabajo de campo fueron principalmente hacer uso de las instalaciones sin consumir, lo que incluye ir al aseo y, sobre todo, aparcar el vehículo en alguno de sus espacios ya sea para descansar, reunirse con gente o limpiar o arreglar el coche, hasta un punto de máxima familiaridad y territorialización del lugar en el que es muy común que se saquen sillas en modo pícnic o que incluso se pueda ver gente jugando con un balón entre las instalaciones de lavado.




[F-0] Establecimientos de franquicias transnacionales de comida rápida y estaciones de servicio
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1.- ESTANCIAS TERRITORIALIZANTES



Dado que el proyecto se originó por la existencia de una zona de pícnic urbano de la comunidad gitana en la franja del Anillo Verde Ciclista, la primera perspectiva de análisis fue la identificación de todos los usos estanciales que implican un grado similar de territorialización del espacio urbano. Así, se definen como estancias territorializantes aquellas reuniones que implican algún tipo de acondicionamiento del lugar donde se desarrollan: o bien introduciendo objetos portátiles (toallas, sillas, mesas, hamacas, elementos deportivos, etc.), o bien transformando el mobiliario público existente, principalmente mediante su desplazamiento, o bien modificando directamente el espacio, por ejemplo, autoconstruyendo instalaciones fijas de uso colectivo.

La singular asimetría en la distribución espacial de este uso en términos de comunidades hizo que desde esta perspectiva de análisis se considerara fundamental diferenciar los casos identificados según la comunidad protagonista, en este caso, la gitana, la de origen latinoamericano y la paya. Además, el estudio se dividió en dos apartados para simplificar la lectura de esa distribución espacial: por una parte, las reuniones tipo pícnic y similares, y por otra, las prácticas deportivas y lúdicas.



1.1.- PÍCNICS Y SIMILARES




[P-1.1] Estancias territorializantes | Pícnics y similares
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Aunque el concepto de pícnic urbano sea el que quizás englobe con mayor amplitud los diferentes tipos de reuniones a los que se refiere este apartado, es preciso señalar que muchos de ellos podrían ser considerados pequeños "botellones" o que, en realidad, en muchas ocasiones de lo que se trata es más bien de la tradición popular de "estar a la fresca", simplemente que en lugar de junto a la puerta de casa se está en otro espacio urbano elegido, o bien porque es un lugar de concentración de personas haciendo lo mismo, o bien por lo contrario cuando lo que se busca es un espacio con cierta intimidad grupal.

El momento que atraviesa en la actualidad el pícnic urbano es muy destacable, pues una práctica tan común para comunidades como la gitana o la de origen latinoamericano está viviendo un período en el que conviven dos procesos aparentemente contradictorios, pero que resuenan con algunos casos de desposesión históricos. Por una parte, comienzan a surgir los artículos que remarcan la legalidad de los pícnics urbanos, en tanto surgen críticas a los mismos que sugieren su control o prohibición. Por otra parte, no solo también se publican artículos con las clásicas listas de "los mejores lugares para hacer un pícnic sin salir de Madrid", sino que se encuentran en un momento muy inicial de mercantilización con el surgimiento de al menos cuatro pequeñas empresas dedicadas a la organización de pícnics en Madrid, mayoritariamente en parques públicos. Seguramente tienen cabida otras interpretaciones, pero lo que parece es que las clases medias payas pueden estar demandando la aparición de empresas especializadas en la gestión de pícnics porque ahora ya es una actividad asumida como deseable en su imaginario (en Madrid empezaron a desarrollarse de forma masiva en este siglo, ya que antes solo la Casa de Campo y algún otro sitio concreto acogían esta función), mientras simultáneamente están preocupadas por la intensidad de uso del espacio público que representan los pícnics populares organizados por las comunidades con otros colores de piel dominantes. Unos usos que además no son solo una actividad vinculada al ocio en abstracto, sino que seguramente estén relacionados con el contexto de delirio inmobiliario en Madrid, donde las viviendas pequeñas y compartidas tienden a habitarse mediante el complemento que supone el uso del espacio público como lugar estancial cotidiano.

Además de la comprobación de que este tipo de estancias territorializantes se pueden desarrollar en toda clase de espacios y pavimentos, tanto públicos como privados, o de que la práctica común de desplazar bancos públicos para crear lugares propios de pandillas de adolescentes sigue en plena vigencia, en el ámbito de estudio destacan dos zonas de pícnic urbano muy concretas: la franja del parque de la Volatería junto a la Vía Lusitana, lugar de reunión de la comunidad de origen latinoamericano, y los espacios públicos del Anillo Verde Ciclista y del jardín de los Pozuelos junto a la calle Hilario Herranz Establos, lugar de reunión de la comunidad gitana. Ambos casos de extraordinaria singularidad y en los que es destacable una cuestión urbanística muy concreta: la posición de los grupos allí reunidos, mayoritariamente enfrentados hacia las vías, permite su lectura como casos en los que se materializa la persistencia de la calle como forma urbana universalmente útil para las formas de socialización más diversas.

Por último, también es necesario mencionar que en un número significativo de las reuniones identificadas como pícnics durante el trabajo de campo se estaban consumiendo productos adquiridos en los establecimientos de comida rápida del ámbito, fundamentalmente en los desarrollados en los alrededores de la calle Hilario Herranz y de la estación de servicio de la autovía de Toledo, pero también algunos de los realizados en los parques de la Volatería y de la Avenida de los Poblados.




[F-1.1] Estancias territorializantes | Pícnics y similares
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1.2.- DEPORTES Y JUEGOS




[P-1.2] Estancias territorializantes | Deportes y juegos
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Otra de las prácticas que siempre suponen una cierta territorialización del espacio son los deportes y juegos realizados fuera de las pistas y espacios propios para su desarrollo. En este sentido, durante el trabajo de campo se identificaron varias situaciones destacables: el impacto en la consolidación de los caminos trazados por el paso de las rutas de running y bicicleta; la condición simbólica en lo relativo al grado de familiaridad y territorialización de un espacio privado que significa jugar al balón en la parte trasera de una estación de servicio automatizada; la autogestión popular del montaje de pistas temporales en las zonas de césped de los parques con elementos de juego (redes, porterías, piscinas, etc.) cada vez más industrializados y accesibles; y un caso que materializa el concepto de comunes urbanos en una escala humilde pero igualmente significativa: la pista semipermanente de voleibol instalada por la comunidad de origen latinoamericano en el parque de la Volatería.




[F-1.2] Estancias territorializantes | Deportes y juegos
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2.- FORMAS DE RESIDENCIA SIN VIVIENDA




[P-2] Formas de residencia sin vivienda
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Las personas que habitan informalmente la ciudad capitalista son siempre las grandes olvidadas en todo análisis urbano a pesar de ser una forma de vecindad radical con un contacto estrechísimo con la realidad material y social del territorio. En el ámbito de estudio, una pieza urbana cuyo único uso formal asimilable al residencial es el que representan las dos residencias de mayores, se identificaron al menos seis casos de residencia informal con diferentes grados de permanencia y que, en conjunto, hacen un retrato del territorio que aporta pistas sobre las condiciones de los diferentes espacios que lo conforman.

Así, las formas de residencia informal en los centros urbanos (en portales, aceras, parques, edificios abandonados, etc.) se producen aquí en otros formatos: desde una persona que pasa muchas horas al día en el ámbito, pero no la noche, hasta la que habita en un tubo de hormigón abandonado en un descampado, pasando por la que duerme en un banco público en un jardín, la que instala un dormitorio mínimo a la intemperie, la que duerme bajo una torre eléctrica hibridada con un árbol o las que viven en caravanas o camionetas aparcadas en las calles.




[F-2] Formas de residencia sin vivienda
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3.- ESPACIOS DE INTIMIDAD




[P-3] Espacios de intimidad
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La existencia de espacios de intimidad es una de las cualidades propias de los territorios periféricos que fomentan su carácter y atractivo de escala metropolitana. En este caso, se planteó el análisis desde la perspectiva del sexo y de los lugares donde se practica, una cuestión que muchas veces se vincula al automóvil y a sus espacios de aparcamiento, pero que también caracteriza a lugares donde la movilidad peatonal y los flujos locales son los protagonistas.

Espacios, eso sí, siempre marcados por cualidades urbanas no hegemónicas o que representan algún tipo de singularidad desde la perspectiva de las cuestiones materiales más básicas, como las formas topográficas o de la vegetación o como ser percibidos como vacíos y sin usos formales. Tanto los espacios lisos como las estrías urbanas pueden devenir por momentos en lugares casi domésticos capaces de acoger prácticas sociales que requieren cierta intimidad: una colina en un parque, un gran aparcamiento, un cul-de-sac, una plataforma de registro de instalaciones urbanas o un pequeño bosque en un descampado, pero también determinados espacios privados de acceso público, pueden ofrecer esas condiciones de intimidad y, al hacerlo, acoger usos que al explotarlas transforman de nuevo sus propias condiciones espaciales al reconfigurar la percepción popular de los mismos y limitar sus posibilidades de uso simultáneo.




[F-3] Espacios de intimidad
Selección de las fotografías realizadas durante el trabajo de campo > Recopilación más amplia y organizada según los temas representados en la cartografía P-3



4.- CULTURAS DEL AUTOMÓVIL




[P-4] Culturas del automóvil
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El vehículo particular, un elemento que no solo se ha revelado como uno de los grandes problemas para la ciudad contemporánea en términos de vida urbana, contaminación ambiental o movilidad eficaz, sino que es hoy todo un símbolo de múltiples cuestiones conflictivas e incluso de muchas de las ideologías protofascistas, es simultáneamente un elemento central en la vivencia popular de determinados territorios como el ámbito de estudio (y no solo en este tipo de periferias metropolitanas, sino en los múltiples lugares que no disponen de alternativas al vehículo privado), por lo que también es capaz de generar culturas y formas de socialización a su alrededor.

Los territorios periféricos solo pueden ser entendidos en clave metropolitana desde las lógicas del automóvil y la movilidad motorizada. Un modelo urbanístico que crea las condiciones que facilitan los usos en vehículo, pero también los límites que caracterizan a estos territorios y que, en realidad, generan también las condiciones diferenciales que acaban siendo atractivas para otros usos e incluso desde otras formas de movilidad.

Aunque sea solo una hipótesis de futuro, parece que por mucha involución que vayan a escenificar los gobiernos locales conservadores en los próximos años, el sentido común que priorizaba al vehículo particular sobre el resto de formas de movilidad va a ser derrotado. Así, mientras la racionalidad urbanística no puede hacer otra cosa que pensar en cómo eliminar paulatinamente los automóviles de los entornos urbanos, la investigación urbana tampoco puede hacer otra cosa que acercarse al problema casi como una arqueología del futuro sobre las culturas populares dependientes de ese elemento tan contestado, que perfectamente podría desaparecer mañana mismo con una crisis energética o transformarse completamente con una transición más o menos ordenada. Una arqueología preventiva que averigüe qué se inventó y que hay que salvar entre todos los procesos y elementos que quedaron fuera del radar por los prejuicios adquiridos tras décadas dedicadas a producir ese cambio en el sentido común urbano.

Por ejemplo, la sobredotación de aparcamientos en el ámbito de estudio (un territorio en el que un buen número de solares aún no están edificados y que cuando lo estén lo más probable es que sean mayoritariamente programas diurnos que dejarán una amplia franja horaria sin actividad) produce una situación muy absurda desde muchas perspectivas y racionalidades, pero singular y útil desde muchas otras: los espacios públicos vinculados a la movilidad (calles y aparcamientos) acogen usos no convencionales precisamente por el hecho de no estar sometidos a una intensidad de uso formal relevante y continua.

Así, lo que es interesante es observar y reflexionar sobre qué pasa cuando en un territorio urbano con unas determinadas condiciones el hecho de aparcar, esa acción que resume tantos de los problemas del cochecentrismo de la ciudad del siglo XX (emisiones, estrés, irracionalidad, etc.), no representa un problema social sino una forma de creación de lugares temporales que las personas practicantes pueden vivir como algo más cercano a la idea de libertad que a la de alienación. Por supuesto, ninguna de las personas que desarrollan la multitud de usos motorizados que ocurren en el ámbito protagonizarían los anuncios publicitarios que llevan décadas intentando asociar el automóvil particular a la idea de libertad individual. Y ahí estaría una de las claves del tema: en saber si esa inversión del protagonismo es una victoria o un espejismo. En todo caso, sea cual sea la respuesta a esa duda, los momentos de socialización vinculados a las culturas del tuning o los múltiples usos estanciales que acogen los aparcamientos en las calles, las grandes superficies de aparcamiento abiertas de forma continua o las singulares arquitecturas de carretera de los establecimientos de comida rápida y de las estaciones de servicio, son capaces de generar imágenes y ambientes urbanos sublimes en los que merece la pena pensar desde la curiosidad más que desde el desprecio disciplinar.




[F-4] Culturas del automóvil
Selección de las fotografías realizadas durante el trabajo de campo > Recopilación más amplia y organizada según los temas representados en la cartografía P-4



5.- MOVILIDADES FUERA DE PLANO




[P-5] Movilidades fuera de plano
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Los territorios periféricos son también ricos en espacios no pavimentados y en formas de urbanización planteadas desde la lógica del automóvil y desde la máxima reducción de costes de ejecución y mantenimiento, por lo que muchas veces los recorridos peatonales aparecen a posteriori con trazados consolidados directamente a través del paso popular continuo. Unos recorridos que, en ocasiones, también implican la superación de los límites impuestos por la propiedad o por la protección de infraestructuras viarias, pues todos los espacios del territorio son susceptibles de acoger usos ciudadanos si poseen alguna cualidad: las verjas simples de cierre son un límite superable en cuanto existe un mínimo de voluntad. Unas fisuras del territorio periférico que no solo se explotan desde la movilidad peatonal, destacando en el ámbito de estudio el caso de un recorrido motorizado a través de caminos de tierra como forma de superar las barreras colocadas para cortar una vía que permite la conexión con Leganés bajo la autopista M-40.

Por último, también se prestó atención a los autoservicios motorizados de los establecimientos de comida rápida, único formato de servicio durante las madrugadas y en donde, en dos de los casos del ámbito, se permite el servicio a personas a pie, en patinete o en bicicleta, convirtiéndose en atractores de flujos ciudadanos no motorizados unos espacios pensados exclusivamente para el vehículo. Hay muchas perspectivas de análisis de esta cuestión aparentemente menor, pero entre todas ellas parece honesto destacar que se trata de un caso de reconquista urbana peatonal protagonizado por la juventud, así como que tendrá más o menos consecuencias en tanto sea o no reconocido como tal. Sin duda, las imágenes de pandillas de chavales llegando de madrugada desde Orcasitas y en BiciMad a la cola del autoservicio del Burger King de la autovía de Toledo es una de las materializaciones de la idea de magia posmoderna que da título a este proyecto.




[F-5] Movilidades fuera de plano
Selección de las fotografías realizadas durante el trabajo de campo > Recopilación más amplia y organizada según los temas representados en la cartografía P-5



6.- ENTRECRUZAMIENTOS HUMANOS - NO HUMANOS




[P-6] Entrecruzamientos humanos - no humanos
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Tratándose de una pieza urbana sin presión residencial y con una gran cantidad de superficies libres no pavimentadas, la gran mayoría con una urbanización mínima y por lo tanto sin flujos de gente relevantes, la presencia de animales no humanos es una capa importante en la descripción de este territorio. Al hablar de entrecruzamientos se quiere destacar la multiplicidad de formas de relación posibles entre animales humanos y no humanos, pero una diversidad que no solo incluye diferentes grados de interacción humana voluntaria, sino también las acciones que de forma involuntaria o inconsciente crean condiciones favorables para otras especies y encuentros imprevistos.

Esta multiplicidad se puede observar perfectamente en el ámbito de estudio, ya que cuenta con casos de varios de los tipos de relación más comunes en las ciudades contemporáneas. Por una parte, están las relaciones de dominación y sus diferentes grados, que pueden derivar en ciertas formas de convivencia asimétrica: desde la explotación o capitalización de animales que puede representar el circo (y su contraparte de las acciones contra el maltrato y por los derechos animales de las organizaciones animalistas), a la lucha estatal contra las especies definidas como invasoras y plagas o al mascotismo canino y toda su cultura, economía y formas de socialización que exceden el paseo convencional al jardín más cercano. Por otra parte, están las relaciones flexibles y en principio unilaterales con animales liminares, como la construcción de refugios y la provisión de comida y bebida para colonias felinas callejeras que viven de forma independiente. Y por último, están las relaciones involuntarias derivadas de acciones humanas cuyo impacto interespecie no fue previsto, como los movimientos de tierra, los vertidos de escombros o las verjas de cierre o de protección de infraestructuras que generan microtopografías, materialidades y condiciones urbanas acogedoras para los conejos, o como los desperdicios de comida rápida tirados en cualquier lugar y que alimentan al primero en llegar, ya sean gatos, hormigas o pájaros.




[F-6] Entrecruzamientos humanos - no humanos
Selección de las fotografías realizadas durante el trabajo de campo > Recopilación más amplia y organizada según los temas representados en la cartografía P-6



7.- MATERIALIZACIONES DE LA BASURA




[P-7] Materializaciones de la basura
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La última de las perspectivas de análisis es la de la basura, elemento central que refleja con nitidez la organización de toda sociedad humana y que en el caso de la investigación urbana es una fuente de información fundamental (como se mostró en el apartado sobre los espacios de intimidad a través de la cartografía de los preservativos encontrados). Así, la basura es, además de contaminación ambiental e irracionalidad colectiva, una forma de comunicación e información urbana, emitida de forma involuntaria, que funciona como un marcador y que condiciona los usos del territorio, cerrando la posibilidad de muchos y, por ese mismo motivo, abriendo la posibilidad de otros.

En el ámbito de estudio, también como es habitual en toda periferia urbana popular, se pueden observar múltiples tipos de basura en sus espacios públicos, una cuestión seguramente agravada por la ya histórica asimetría entre el norte y el sur de Madrid en términos de niveles de limpieza urbana. Los tipos de basura genéricos observados durante el trabajo de campo incluyen desde elementos puntuales como los vertidos de escombros o los restos de hogueras, hasta los elementos expandidos por todo el territorio, como los residuos-huella de usos estanciales convencionales (latas, botellas y otros tipos de envases de bebida y comida principalmente) y, sobre todo, los restos de envases y desperdicios de comida rápida provenientes de alguno de los ocho establecimientos existentes en el ámbito. Una cuestión esta última en cierta manera omnipresente (pueden aparecer en cualquier momento y lugar) y cuyas implicaciones no hacen sino describir al conjunto de elementos, arquitecturas y usos que participan de este proceso como uno más de los foodscapes contemporáneos a los que prestar atención desde los estudios urbanos sobre los paisajes operacionales que sustentan a la ciudad actual.

Por otra parte, en el ámbito también aparecen diferentes ejemplos en los que el principal problema parece ser la gestión pública de los residuos urbanos, como el caso de los tubos de plástico de protección de nuevos árboles que con el tiempo tienden a convertirse en basura distribuida por el territorio, o como los lugares donde el uso popular de los espacios libres es muy intensivo, pero los servicios públicos son inexistentes o insuficientes, una cuestión que se explicita de forma particularmente visible a través de las papeleras desbordadas y de los aseos informales que aparecen en varios lugares del ámbito ante la falta de esta dotación pública. Por último, la gestión de la basura es muchas veces un tema de conflicto urbano, produciéndose en el caso del ámbito de estudio un movimiento de protesta ciudadana contra el futuro cantón de basura que se está construyendo frente a la entrada sur del centro comercial Islazul.




[F-7] Materializaciones de la basura
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PASEO COMENTADO



La presentación de los resultados del proceso de investigación realizado durante la residencia en Carabanchel se desarrolló con un formato de paseo comentado por el ámbito de estudio y un pequeño pícnic final en un lugar significativo del mismo.

La actividad, organizada por Begonya García y Alfonso Fernández de #Ey!Studio, se realizó el lunes 17 de julio, saliendo a las ocho de la tarde desde el estanque central del parque de la Volatería, caminando por las zonas norte y este del ámbito de estudio en un recorrido de unos 4 kilómetros y dos horas de duración y acabando con un pequeño pícnic en el jardín junto al aparcamiento exterior del cementerio Sur (y, ya fuera de la planificación, con una cena posterior en el McDonald's de la avenida de los Poblados).

Además de las cuatro personas participantes y de las dos organizadoras, durante el paseo nos acompañó la fotógrafa Ángela Losa, que realizó las fantásticas imágenes que se pueden ver en el apartado del proyecto en la página web de #Ey!Studio.











AGRADECIMIENTOS



- A Sergio García y Débora Ávila de Carabancheleando, al primero porque fue quien nos comentó el caso que nos permitió imaginar este proyecto y a los dos por todos los conocimientos compartidos en la conversación que mantuvimos al inicio del proceso de investigación en Carabanchel.

- A Begonya García y Alfonso Fernández de #Ey!Studio, por organizar la convocatoria pública de residencias artísticas de investigación #Ey!MAD, por su hospitalidad durante la estancia en Carabanchel y por su ayuda durante el proceso de investigación.

- A Cristina Canto, Mario Vila y Damián Carrera, por las conversaciones mantenidas durante el desarrollo de la investigación en Carabanchel.

- A M., un vecino del ámbito que vive en el gran descampado entre las calles Juan Mieg y Halconero del Rey, por todos los conocimientos compartidos sobre los usos urbanos en el ámbito de estudio y por las conversaciones y acompañamiento en los paseos nocturnos durante la última semana de trabajo de campo.

- A Guillermo Diego, Rubén García, Mark Shorter y Mario Vila, por asistir al paseo final y por los comentarios y conversaciones posteriores.

- A Ángela Losa, por las maravillosas fotografías realizadas durante el paseo comentado.

- A todas las personas que aparecen en las fotografías del proyecto, que no fueron consultadas y a las que les pedimos disculpas si sienten violentada su intimidad, aunque esperamos que comprendan la relevancia de captar la actividad urbana sin la mediación que implica el saberse observado.

- Al personal del proyecto de investigación DEPARQ - Paisajes y arquitecturas del error. Contra-historia del paisaje en la Europa Latina (1945-2020), por la invitación para presentar este proyecto en el seminario internacional Comunidades y periferias (A Fonsagrada, 21-22 de septiembre de 2023) y a las personas asistentes por sus comentarios y por los ánimos recibidos para continuar trabajando estos temas.






CRÉDITOS



PROYECTO

Ergosfera (Partidarios da Cidade Sociedade Cooperativa Galega).


LICENCIA

Toda la documentación producida como parte de este proyecto se puede utilizar y transformar libremente y para cualquier fin bajo una licencia Creative Commons Atribución - Compartir igual 4.0 Internacional (CC BY-SA 4.0).


FINANCIACIÓN

- Desarrollo de la residencia artística de investigación #Ey!MAD | 16-06-2023 > 17-07-2023
- Presentación en el seminario "Comunidades y periferias" | 21-09-2023
Total: 1.272,00 €


WEB

Esta página web, realizada por Ergosfera con el asesoramiento puntual de estudiocaravana, fue publicada el 16 de octubre de 2023 y su última actualización se realizó el 17 de octubre de 2023.






McDonald's: el lugar frente a la metáfora   |   Ergosfera